Se nos describía como: “hueco que hay en las fachadas de las tiendas, resguardado con cristales en su parte exterior y que sirve para colocar muestras de los productos que allí se venden, con el fin de llamar la atención del publico.”
De Londres a Milán, de Hong Kong a Barcelona o de Manhattan a Dubai nuestro fin siempre es el mismo, atraer, atraer todas las miradas, intentamos transmitirte un mensaje positivo que te motive a obtener un determinado producto, somos deseables somos irresistibles, estamos pensados para seducirte, temporada tras temporada cambiamos de imagen, nos adaptamos a tus necesidades sabemos lo deseas.
Llevamos algunos “añitos” intentando llamar tu atención, vimos la luz en pleno dominio de Roma, Séneca recomendaba vaciar las tiendas para llenar los escaparates, tras la caída del imperio romano ya en la edad media tuvimos un gran retroceso, todo gracias a la inseguridad y la tiranía de los nobles.
Es durante la revolución industrial siglo XVIII cuando aparecemos tal y como somos en la actualidad, nuestro despegue definitivo fue durante el siglo XIX, en aquellos años nos llenaban amontonando productos, se creía que el hecho de tenernos repletos de productos garantizaban el éxito del negocio
Paris y Londres fueron las capitales que nos vieron renacer, con la aparición de los grandes almacenes, dejamos de estar repletos de productos colocados sin orden ni sentido, necesitábamos respirar! Las compras se convierten en un habito social, y de tal forma los escaparates, en concreto las antiguas ventanas, dejan de tener una función meramente decorativa para pasar a otra mucho mas comercial, encaminada a la que desempeñamos en la actualidad.
Para muchos de nuestros propietarios es tal el estrés que tienen a la hora de decorarnos que les gustaría prescindir de nosotros, pero esta demostrado que somos un medio de atracción que lleva a la compra del producto final. Es por esto que des de hace algunos años tenemos un buen aliado, el escaparatista.
Cada día mas escaparates se ayudan del escaparatista, un profesional que se dedica en exclusiva a embellecernos, y a hacernos deseados por ti, el escaparatista nos redecora nos cambia de color o de forma, incluso son capaces de dejarnos completamente desnudos para llamar tu atención y funciona, tienen formación técnica y artística, pocos conocen su trabajo pero son fundamentales para nosotros.
Comienzan con una idea, y a partir de la misma montan su película, imaginan fondos crean decoraciones, nuevas formas de exponer los productos, me toman las medidas, me cambian la iluminación, han estudiado mi clientela y el producto que voy a exponer, crean autenticas obras de arte, ellos nos hacen únicos e innovadores, los mas acertados consiguen que nos recuerdes y eso nos hace perdurar en el tiempo, seguramente cuando regreses a verme ya habré cambiado de aspecto, pero mi intención y la del escaparatista es la de volverte a sorprender.
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